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Los desafíos de las nuevas generaciones de dueños de capital para generar mayor impacto positivo

Por Mónica Vasquez, Head of Strategy and Impact at Social Nest Foundation

Iniciarse en la inversión de impacto puede ser un camino lleno de desafíos, especialmente para las generaciones más jóvenes. Conscientes de esta realidad, el pasado 13 de marzo, desde Social Nest Foundation, celebramos el primer taller de la experiencia "Impact Leaders", dirigido a inversores jóvenes o Next-Gen. Este encuentro tuvo como objetivo fundamental apoyar a aquellos que están dando sus primeros pasos en el mundo del impacto, brindándoles herramientas y perspectivas fundamentales para su viaje.

Durante el encuentro, tuvimos la oportunidad de reflexionar y comprender la importancia de atender a las necesidades de las nuevas generaciones de Millennials y Gen Z, que son las que liderarán el panorama mundial en los próximos años. Según estudios realizados por Publicis Sapient y Financial Times, nos encontramos al borde de un cambio sin precedentes históricos en el manejo de la riqueza de una generación a otra. En Estados Unidos, por ejemplo, se estima que casi 45 millones de dueños de capital transferirán un total de 68,4 millones de dólares a las nuevas generaciones en el próximo cuarto de siglo.

Esta transferencia de riqueza coincide con una creciente tendencia entre los propietarios de capital de buscar una sincronización entre sus valores y sus carteras de inversión para construir una narrativa coherente. Esta tendencia es especialmente notable entre los jóvenes, mucho más conscientes que sus generaciones anteriores, para quienes los valores y la ética son cada vez más relevantes a la hora de hacer negocios. Es en este contexto donde las inversiones de impacto se convierten en una herramienta fundamental que permite tanto la búsqueda de metas financieras, como también el abordaje de objetivos ambientales y sociales.

Para estos miembros jóvenes el camino hacia la inversión de impacto no está exento de obstáculos y puede ser abrumante. Los Next-Gen deben enfrentarse a grandes desafíos personales y, también, a retos derivados de la gestión habitual de los activos privados. Y, aunque, la emoción inicial por el impacto existe, la complejidad del campo dificulta su proceso.

Una de las conclusiones a las que llegamos durante la celebración del primer taller de ‘Impact Leaders’ es que los inversores Next-Gen enfrentan significativas barreras dentro de sus dinámicas familiares, ya sea por falta de conocimiento o por escepticismo respecto a la viabilidad de las estrategias de inversión de impacto. Esta situación se refleja también en las relaciones con los asesores patrimoniales, quienes raramente incorporan este tipo de propuestas en sus ofertas.

En este sentido, el camino del inversor Next-Gen puede ser muy solitario. Entre otras cosas porque la inversión de impacto no es algo mainstream y resulta un campo especialmente complejo y confuso, lleno de términos especializados y acrónimos como, por ejemplo, “ESG, RR, PRI, VC, PE, etc.”.

Además, entender completamente la inversión de impacto implica tener una visión amplia de todo el campo de las finanzas sostenibles. Esto incluye comprender cómo funciona la inversión de impacto, sus diferentes estrategias, técnicas, tipos de activos y lugares geográficos donde ocurren estas inversiones. Todo ello teniendo en cuenta que estas inversiones no producen resultados a corto plazo y requieren de tiempo para desarrollar y ejecutar estrategias, monitorear el impacto y adaptarse a cambios. Una situación que termina resultando abrumadora.

Aunque enfrentamos estos retos, es cierto que el interés en las inversiones de impacto está creciendo, aunque no al ritmo deseado. Si miramos la cantidad de riqueza que existe, el total del capital movilizado hacia el impacto hasta ahora sigue siendo modesto. Reportes como el de "The ImPact", una comunidad global que busca alinear activos con valores, confirman esto. Según su último informe sobre los portafolios familiares de impacto en Latinoamérica, las inversiones de impacto alcanzaron alrededor de 1.200 millones de dólares en 2023. Esto representa tan solo el 18% del total de riqueza declarada por los participantes.

Queda entonces mucho por hacer para atraer a estos perfiles de inversión hacia la inversión de impacto, y con ello acelerar la movilización de capital con objetivos sociales y ambientales, más allá de lo puramente financiero. En este sentido, desde Social Nest Foundation promovemos la participación y educación de los Next-Gens a través de eventos que puedan servir de inspiración y formación, ofreciéndoles conexión a oportunidades de inversión para inversores de impacto. Para más información, visita nuestra página Fi Impact Investing.